Cuando entramos en Pratolino sentimos una cierta espiritualidad y no es casualidad, el parque fue realizado con la intenciòn de seguir un camino iniciàtico, es decir, una experiencia para tomar conciencia de sì mismo.
Su artìfice fue Francisco I de Medici, conocido como el Prìncipe Alquimista, ayudado por su arquitecto Bernardo Buontalenti, al cuàl estaba muy unido porque compartìan un profundo conocimiento de la Ciencia Hermètica.
El àpice de la visita es el Appennino de Giambologna, el protagonista del parque, que no es sòlo una importante obra artìstica, en realidad esconde la clave de la Alquimia.