Sorprende ver en una iglesia un elemento pagano como el Zodíaco. En realidad su origen es muy antiguo, se dice que es de época babilónica y su propósito es medir el transcurrir del tiempo.
Pero es cierto que la religión cristiana se sirvió de la tradición antigua, así los solsticios y equinocios solares coinciden o están en proximidades de fiestas de santos cristianos, por ejemplo, el solsticio de verano (21 de junio) es una fecha muy próxima al onomástico del patrón de Florencia, San Juan Bautista (24 de junio).
En la románica iglesia de San Miniato al Monte, se conserva una rueda zodiacal en el pavimento la cual sorprende, porque aún hoy en día nos anuncia el solsticio de verano cuando un rayo de luz desde una ventana entra en la iglesia y de forma progresiva se va acercando al zodíaco hasta coincidir precisamente con el signo zodiacal de Cáncer.
El rayo solar en este caso no sólo tiene un valor astronómico, también místico, es el triunfo de la luz. Los solsticios pueden ser leídos como momentos de máxima expresión de la luz o de las tinieblas y en el pensamiento cristiano del siglo XII se entiende la luz como la divinidad, cuando alcanzamos la máxima unión con el Divino.
Es una maravilla ver este evento, pero no sólo, San Miniato encierra una simbología única que merece ser revelada, puedes descubrirla conmigo en un interesante tour.
Sonia Sánchez
Guía oficial de Florencia